En la tarde de este miércoles 22, en el Teatro Argentino
de la Ciudad
de La Plata, se
celebrará un nuevo aniversario del nacimiento de la Asociación Abuelas
de Plaza de Mayo, instituido en 2004 como el Día Nacional por el Derecho a la Identidad. Con la
presencia de dirigentes políticos, sociales y sindicales y público en general,
las abuelas compartirán una vez más su reclamo por la aparición de los más de
400 nietos que aún están con sus apropiadores después de haber iniciado sus
rondas en La Plaza
de Mayo hace 37 años.
En estas casi cuatro décadas la labor incansable de esta
organización contra la impunidad, el silencio y el olvido tuvo logros
importantísimos que van desde la creación del Banco Genético de Datos, que
desde 1987 conserva muestras sanguíneas de familiares de
detenidos-desaparecidos para poder cotejarla con posibles hijos apropiados,
hasta la sentencia leída en julio de 2012 en los tribunales de Comodoro Py que
condenaba a 50 años de prisión a Jorge Rafael Videla por la apropiación de
bebés durante la última dictadura.
El punto más importante de aquella sentencia sin duda fue
la definición del robo de niños. En una fórmula compacta, precisa y muy
cuidada, el tribunal desplegó lo que no estaba dicho hasta ese momento.
Después de leer una serie de nulidades, María del Carmen
Roqueta -presidenta del Tribunal Oral N° 6, que actuó en ese juicio- pronunció
el punto ocho de su sentencia: “No hacer lugar a los planteos de prescripción
penal interpuestos por las defensas”. Y siguió: “por tratarse los hechos
juzgados de delitos de lesa humanidad implementados mediante una práctica
sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores
de edad, haciendo incierta, alterando o suprimiendo su identidad en ocasión del
secuestro, cautiverio, desaparición o muerte de sus madres”. El fallo enmarcó
esas situaciones en “un plan general de aniquilación que desplegó sobre parte
de la población civil con el argumento de combatir la subversión implementando
métodos del terrorismo de Estado durante los años 1976 a 1983 de la última
dictadura militar, artículo 118 de la Constitución”.
No dijo “plan”, pero dijo “práctica sistemática”, tal como
lo había sostenido la querella de Abuelas de Plaza de Mayo y la fiscalía. Esa
decisión había quedado pendiente desde el Juicio a las Juntas, en el que se
absolvió a Videla por cinco de los seis casos que llegaron a juicio. Allí se
consideró que esa práctica sistemática no existía y que las apropiaciones eran
casos “aislados”.
Pero el 5 de Agosto de este año, tal
vez haya sido el momento. Ignacio Guido -hijo de
Laura, nieto Estela, compañero de una generación de jóvenes militantes- dejó de
ser una consigna y se hizo hombre de carne y hueso y a ese nombre mundialmente
conocido le pusimos cara, alegría, satisfacción y lágrimas.
Es que Ignacio Guido, sin saberlo, es también identidad
argentina. Es constitutivo de nuestra mejor tradición de lucha y resistencia
como pueblo que tras los embates de buitres, genocidas y apropiadores, resistió
y escribió sus propias páginas.
Nuestras
Abuelas siguen haciendo Historia.
Y esta
tarde en La Plata
tienen otro merecido homenaje.
Victoria
Silber
CAMPAÑA "ESCUELAS POR
LA IDENTIDAD"
Desde SUTEBA y a través de la campaña "Escuelas por la Identidad" aportamos nuestro granito de arena a las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de lxs nietxs que aún faltan encontrar.
Con cada nietx encontradx consolidamos nuestra identidad como pueblo.