UN PAÍS ENTERO MOVILIZADO: EL MARCHAZO DEL PUEBLO

Un hito en la historia del pueblo trabajador: tres días de Marcha Federal y un masivo acto de cierre en
Plaza de Mayo.


 El viernes en el tercer día de la Marcha Federal convocada por la CTA, las 5 columnas confluyeron en dos puntos estratégicos desde donde se movilizaron hacia la Plaza de Mayo.

Las columnas SUR ESTE, SUR OESTE y CUYO se agruparon en la Plaza Alsina de Avellaneda, donde realizaron un acto por la mañana. El Secretario General del SUTEBA, Roberto Baradel, tomó la palabra y compartió emocionado: "Esto es histórico, es un orgullo pertenecer a una organización como la CTA. Es un orgullo protagonizar, como en el '94, una nueva Marcha Federal contra el neoliberalismo. Son impresionantes las columnas que vinieron del Sur, como las demás que vienen de todas las provincias. La Plaza de Mayo no nos alcanza para reunir a todos los compañeros de todo el país, demostramos que hay un pueblo con dignidad y con voluntad de lucha que sabe defender sus derechos".

Allí, también se hicieron presentes organizaciones políticas, sindicales y sociales de la provincia de Buenos Aires, que se tradujeron en un Puente Pueyrredón totalmente colmado de trabajadores marchando hacia la Plaza de Mayo. Fue destacada la presencia de los curas de Opción por los Pobres y de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros.

Por otra parte, las columnas NEA y NOA, junto a otros marchantes que se sumaron en distintos puntos, se concentraron en La Matanza. Desde allí, se trasladaron a la Plaza Miserere de Once con la presencia del Secretario General de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien declaró sobre la movilización: "Arrancamos desde el Cerro de la Gloria, en Mendoza, pasamos por Córdoba, estuvimos en un gran acto en Rosario. El pueblo demostró que tiene madurez para salir a la calle y organizarse. Esto hizo que rompiéramos el cerco mediático, porque la maquinaria de los medios de la clase dominante trató de ignorarnos y denostarnos, pero no lo lograron porque una multitud copó las calles y la Plaza de Mayo".


A su vez, Yasky remarcó las exigencias de la Marcha Federal: "Reclamamos apertura de paritarias con los docentes que dieron el ejemplo con un masivo paro, aumento de emergencia para jubilados, le exigimos al Gobierno que se declare la emergencia social en el país para proteger el empleo y las pymes y reactivar el mercado interno. No queremos que nos sigan imponiendo planes de ajuste y no queremos ir a un escenario de reformas laborales, como tampoco la entrega de la Nación que se pretende hacer a espaldas del pueblo".


También estuvo presente Sonia Alesso, Secretaria General de CTERA, quien expresó sobre esta imponente marcha: "Estuvimos en la columna del NEA con los compañeros de Formosa, Misiones, Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe. En Santa Fe tuvimos un acto con 10 mil personas y otro en Rosario con 15 mil. Esto expresa la unidad del movimiento obrero y la necesidad de generar la unidad necesaria del pueblo para pelear contra el ajuste. Estamos muy emocionados porque evocábamos a Mary nchez y a Stella Maldonado y creemos que estamos cumpliendo con lo que hubiesen querido, como Carlos Fuentealba, peleando por este presente y por un futuro que no sea de miseria y hambre. Esta marcha nos llena de orgullo a todos y también es conmovedora, con una gran pluralidad de gremios que acompañan a la CTA, como también a un hombre como Yasky que desde enero está diciendo la importancia de construir la unidad en la lucha para torcer el rumbo de las políticas de derecha".


Tres columnas entraron a la Plaza: una por Diagonal Sur, otra por Diagonal Norte y otra por Avenida de Mayo. En horas de la tarde se realizó el gran acto de cierre de esta icónica lucha.

Más de 200.000 personas inundaron esta tarde Plaza de Mayo. Trabajadoras y trabajadores se concentraron y dijeron #YoMarcho para reclamar por el trabajo y contra los despidos, la inflación y el tarifazo.
Sumaron a los reclamos de cada gremio particular el pedido de Libertad por Milagro Sala y Justicia completa por Carlos Fuentealba.

Los compañeros marcharon durante 3 días con una fortaleza destacada e hicieron de esta jornada un hito de la lucha trabajadora. Más aún, el paro convocado para el día de hoy por SUTEBA tuvo una altísima adhesión en el marco de una participación activa en esta lucha.
En el acto, se realizó la lectura de un documento conjunto leído por cuatro mujeres marchantes. Una de ellas fue nuestra querida compañera Silvia Almazán, Secretaria de Cultura y Educación del Sindicato. Por otro lado, también formó parte de este grupo Sandra Fuentealba, de ATEN.
El Secretario General de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, habló de la unidad necesaria en la pelea para poder derrotar las políticas neoliberales.
Por su parte, Yasky resaltó: "A veces la historia nos pone en el día, en el lugar, en la hora y en el momento en el que, casi sin darnos cuenta, somos protagonistas de una nueva era para nuestro país. Hay que ser conscientes de que hoy frenamos el ajuste porque este pueblo no se pone de rodillas. Este pueblo está de pie y seguirá marchando. ''
Caminamos con la convicción de unirnos para la lucha y por la emancipación social. Si construimos esa unidad, somos invencibles".
"Con este multitudinario acto del que estamos orgullosos le estamos demostrando a las clases dominantes que tenemos Patria, dignidad, identidad, historia y que estamos de pie. Somos pueblo, somos América Latina, somos la Argentina que no se rinde", finalizó.

En el siguiente enlace podes encontrar una síntesis de todas las columnas que marcharon en esta gesta histórica.



_________________________________
La CTA en los medios

El análisis de Hugo Yasky

 HUGO YASKY HABLA DE LA MARCHA FEDERAL Y ANALIZA SU IMPACTO POLITICO

“Había una demanda de salir a la calle”

El titular de la CTA de los Trabajadores dice que la marcha “llenó un vacío de representación del conflicto social” y que “aceleró los tiempos” hacia un paro nacional, aunque advierte que debe ser convocado por todas las centrales sindicales.

El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, está seguro. “Al Gobierno no le queda otra que declarar la emergencia social”, remarca tras la Marcha Federal a la que durante tres días se sumaron trabajadores y trabajadoras de todo el país para llegar el viernes a la Plaza de Mayo, donde se concentraron más de 200 mil personas. Yasky sostiene que tras dos meses de “construcción” en asambleas, plenarios, reuniones, encuentros “con el objetivo de sintetizar los reclamos y convertir las incertidumbres y los padecimientos de decenas de miles de compañeros en una iniciativa concreta”, la movilización “llenó un vacío de representación del conflicto social” que “aceleró los tiempos” hacia un paro nacional que debe contar con una “convocatoria unificada”. “Ir a un paro que le permita al Gobierno mostrar que el 40 por ciento de los trabajadores no adhirió, sería generar condiciones favorables para los que aplican el ajuste”, advierte.

–¿Qué balance hace de la Marcha Federal?

–La Plaza nos demostró que colmamos nuestras expectativas, pero también que había una demanda muy fuerte de parte de los trabajadores y las trabajadoras de salir a la calle. La Marcha Federal vino a cumplir un vacío de representación del conflicto social, a dar una respuesta a la orfandad en la que estaban muchos sectores que, más allá de tener o no tener una representación formal, sentían que había que unificar y expresar una demanda de cambio profundo en las políticas que vienen constituyéndose en una permanente agresión a los sectores populares.

–¿Encuentran similitudes con la primera Marcha Federal, en 1994?

–No, encontramos muchas diferencias entre aquella marcha y ésta. La más visible es la masividad de la convocatoria. La del viernes por lo menos cuadruplicó a la de aquel julio de 1994. Y tiene que ver con que a mediados de los 90 el movimiento sindical estaba deflecado, estaba debilitado, se había producido ya la defección de muchos dirigentes sindicales que habían sido parte del festín de las privatizaciones; veníamos de un proceso de destrucción sistemática del empleo y la desocupación que ya entonces tenía niveles muy altos. Hoy venimos de un período de casi 13 años de crecimiento del movimiento sindical porque creció el empleo y de avances en derechos de los trabajadores. En aquella marcha, el movimiento piquetero aparecía como la expresión que iba sustituir al sindicalismo en las luchas sociales; el protagonismo era de los piquetes, no de los sindicatos. Otra diferencia es la participación activa de las regionales de la CGT. Estamos viviendo una etapa en la que la CGT y la CTA en los territorios se entrelazan en las acciones de una manera que en mediados de los 90 no se producía. En muchos actos, como el de Rosario o el de Córdoba, esa participación codo a codo de organizaciones pertenecientes a diferentes centrales no solo le dio masividad sino que expresó que en la base la unidad de acción está instalada y de allí ya no hay retorno, más allá de que a algunos dirigentes les guste más o les guste menos.

–¿Es posible una unidad con sectores de la CGT como los de Luis Barrionuevo o los “Gordos”?

–La unidad en la acción va a depender de cómo se resuelva el conflicto interno que existe en la CGT, en la que hoy persiste un sector que trata de neutralizar el posicionamiento del movimiento obrero y la confrontación contra el ajuste. Pero soy optimista respecto de la señal que significa la presencia de muchos gremios y dirigentes de la CGT en los actos previos de la Marcha Federal y en la propia Plaza de Mayo, como Pablo Moyano o Sergio Palazzo. Hay un contraste entre las bases y lo que sucede en las cúpulas de la CGT. En la cúpula hay resistencias de sectores que no solamente miran con algún grado de recelo la posibilidad de la unidad en la acción, sino que actúan en base a tiempos diferentes que los de sus bases. El reloj político de esa cúpula tiene más que ver con los tiempos que tratan de administrar desde los sectores de oposición política, como el massismo, que trata de hacer una especie de regulación y administrar con dosis homeopáticas las críticas a la gestión oficial, pero a la vez darle tiempo al Gobierno, especular con la pos de que a futuro el desgaste les permita convertirse en la alternativa política al macrismo. Esto no se compadece con las necesidades y las urgencias de los trabajadores.

–¿Y la unidad de las dos CTA es posible?

–Es un proceso que está en marcha y que en el correr de este año va a seguir avanzando. La realidad nos demostró que nuestra historia, que empezó siendo la de lucha contra los gobiernos del ajuste neoliberal, nos pone otra vez en el camino de volver a ser una sola central frente a esta oleada de derecha que en Argentina está expresada en un gobierno que escondió el cuchillo del ajuste debajo del poncho de la pobreza cero.
–El mismo día de la marcha, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca se reunió con algunos dirigentes de la CGT y ayer aseguró que recibirá a Pablo Micheli, de la CTA Autónoma.
–Está claro que a Triaca lo zamarrearon y lo despertaron de la siesta. La reunión con dirigentes de la CGT podría haberla realizado antes o después de la marcha, pero eligió hacerla el mismo día en que los trabajadores llegaban a la Plaza para confrontar la foto de un gobierno dialoguista con una dirigencia que apuesta a la conflictividad social. Y creo que en ese sentido, no solo el Gobierno perdió sino que le jugó una mala pasada a la dirigencia de la CGT también.

–Triaca consideró que la marcha tuvo “tintes políticos e ideológicos”.

–Recurre a la muletilla de la derecha y de los sectores empresariales que siempre descalifican las protestas de los trabajadores. Eso es lo mismo que pretender negar la realidad en la que se sustentan las demandas y sobre todo revela la decisión de renunciar al papel que tiene que tener un ministro de Trabajo y convertirse en un vocero empresario, como si fuera un jefe de personal.

–¿La CTA que usted conduce también pidió, como la de Micheli, una reunión con Triaca?

–Estamos esperando desde que asumió el Gobierno a que nos convoque, pero no pedimos reunión. El Gobierno elige a sus interlocutores y pretende que para ser convocado a una reunión hay que adherir a los postulados del plan económico oficial. Como central sindical tenemos un mandato y vamos a llevar ese mandato a cuanta reunión se nos convoque. A la larga la realidad se impone y la masividad de la convocatoria de ayer demuestra que el Gobierno puede terminar discutiendo frente al espejo mientras en la calle la movilización, la demanda y la lucha seguirá creciendo.

–¿Qué debería hacer el Gobierno?

–Declarar al país en emergencia social, reconocer que batir el triste record de generar el pico más alto de desocupación en ocho meses en toda la historia de la Argentina requiere la adopción de medidas urgentes. Recomponer el mercado interno, recuperar a la pequeña y mediana empresa, devolverle el poder de compra a los asalariados, generar una masa protectora a la producción nacional, poner en la discusión la resolución final de los tarifazos. En definitiva, desmontar la maquinaria del ajuste, terminar con la fantasía de la lluvia de dólares. El Gobierno tiene que dejar de mirar al modelo chileno, un país sin industria, de servicios, sin derechos laborales, con 70 por ciento de educación privada, un país de ricos tipo Miami y de pobres tipo África.

–¿Van a avanzar igual con la idea del paro por más que la CGT decida no implementar medidas de fuerza?

–El paro tiene que tener la masividad que solamente le pueden asegurar una convocatoria unificada de todas las centrales. Ir a un paro que le permita al Gobierno mostrar que el 40 por ciento de los trabajadores no adhirió, sería generar condiciones para que quienes aplican el ajuste tengan la posibilidad de decir que no solo los apoya la clase alta y los empresarios, sino también la mitad de los trabajadores. Hay que construir ese paro y lograr que los sectores retardatarios entren en crisis, queden aislados. Para eso, creo que la Marcha Federal es un revulsivo, acelera los tiempos.



Secretaría de Comunicaciones
SUTEBA Avellaneda